A tan solo 47Km de San José (alrededor de hora y media en coche) se encuentran las Cataratas de la Paz.

Este espacio natural, al igual que los de Monteverde, son explotados de forma privada y a diferencia de todos los parques que visitamos durante todo nuestro viaje, los animales que aquí puedes ver están todos en cautividad.

Abierto todos los días del año de 8:00 a 17:00 y durante ese tiempo dispondrás de 3.5Km de recorrido por un parque que te ofrece 5 cataratas que visitar (en ninguna de ellas está permitido el baño) un bosque nuboso y lluvioso, aviario, insectario, mariposario, jardín de colibríes, serpentario, ranario, exhibición de orquídeas, heliconias y bromelias, así como gran cantidad de animales (todos ellos en cautividad)

La entrada para los adultos es de 44$ y 28$ para niños. También dispones de un restaurante tipo buffet y de hotel para hospedarte.

Las cataratas que encontrarás en el parque son:

• El Templo: Con 26 metros de caída de agua.
• Encantada: Con 20 metros de caída de agua.
• Magia Blanca: Con 37 metros de caída de agua.
• Escondida: Con tan solo 5 metros de caída de agua.
• La Paz: Con 34 metros de caída de agua (ésta última la puedes ver de forma gratuita desde la carretera)

Todas ellas están enclavadas en un frondoso bosque repleto de árboles y helechos gigantes, y siguiendo los senderos perfectamente señalizados y asfaltados vas llegando hasta los diferentes miradores para poder observar bien de cerca todas las cascadas.

En definitiva, un parque muy bien cuidado, muy accesible para cualquier persona, y con gran diversidad de fauna, flora y vegetación, pero que, después de haber visto una Costa Rica salvaje en estado puro, con todos sus animales en su hábitat natural, te deja muy mal sabor de boca y una cierta sensación de culpa por ser cómplice del mantenimiento de ese parque al colaborar pagando la entrada (que es de las más caras que hemos pagado durante todo nuestro viaje, por cierto)

Así que, si te pasa como a nosotros, que teníamos 6 horas muertas hasta coger nuestro vuelo hasta casa, o bien te pilla de paso, no recomendamos ir a propósito.

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